El Taller de Construcción Gótica en México Print E-mail

En este año 2015 el taller de Construcción Gótica, ha iniciado su andadura en la Universidad Autónoma de Querétaro, México. Ha comenzado como una asignatura del departamento de Arquitectura de la facultad de Ingeniería bajo la dirección de D. Aurelio Domínguez González y la coordinación del profesor Jorge Adán Sánchez Reséndiz.

Desde la Escuela de Arquitectura de Madrid, el profesor José Carlos Palacios lleva la coordinación de este proyecto que se desarrolla en el marco de un Convenio específico de Cooperación entre la Universidad Autónoma de Querétaro y la Universidad Politécnica de Madrid.

El taller mexicano tiene por objetivo la construcción de bóvedas de ese país y, para comenzar en este primer año, se ha elegido la bóveda que aparece en el tratado de fray Andrés de San Miguel (s. XVII). El tratado de fray Andrés fue escrito en los primero años del siglo XVII y es, seguramente el primer tratado de Arquitectura americano. En él, fray Andrés incluye capítulos dedicados a la geometría, a la perspectiva, a las traza de la arquitectura conventual incluyendo detalles de fachadas y elementos decorativos; se ocupa también de mostrar diversos aparatos hidráulicos y, por último, un extenso y completísimo capítulo dedicado a la carpintería de lo blanco, en el que seña detenidamente como proyectar y construir diversas armaduras de lazo de inspiración árabe.

Aunque las bóvedas y su construcción no forma parte del contenido de este extraordinario libro, fray Andrés muestra en una de sus páginas dos bóvedas, una bóveda de crucería de cinco claves y una cúpula esférica aparejadas con dovelas. Parece con ello sintetizar los dos grandes sistemas abovedados de la cantería moderna: la crucería o el dovelaje contínuo.

En el caso de la bóveda de crucería, fray Andrés, junto a la planta, incluye un alzado de los tres nervios principales, con lo cual suministra los datos necesarios para construir la bóveda. A partir de estos datos, puede comprobarse que los tres arcos tienen curvaturas diferentes y como resultado, la línea de rampante de la bóveda, es decir su sección por sus ejes principales, describe una línea quebrada.