La Bóveda Plana de Crucería de Juan De Álava_04 Imprimir E-mail

[...] La última hilada de la jarja debe tallarse con la inclinación exacta para recibir los nervios. Esta pendiente se ha obtenido de nuevo a partir de la montea, trasladando el ángulo con el baivel. En la bóveda del convento de San Esteban, las jarjas coinciden con la curvatura inferior de los óvalos; por tanto, su límite superior es el punto de tangencia con la curvatura superior y al mismo tiempo es el punto de arranque de las dovelas de los nervios (foto 15).

Una vez que labradas las piezas que forman la bóveda, se procede al montaje de las mismas. Para ello, como en cualquier obra medieval, ha sido preciso construir en primer lugar las cimbras. Esta estructura de madera constituye el soporte provisional donde se colocarán las dovelas y las claves hasta su puesta en carga. En las bóvedas de crucería, las cimbras deben soportar únicamente el peso de las nervaduras de piedra ya que, esta estructura de piedra, una vez colocada, se hará cargo del peso de la plementería (foto 16).

Una vez colocadas las cimbras de los arcos, se procede al montaje de la bóveda. En primer lugar, se han aparejado las piezas de las jarjas, constituyendo sólidos bloques para el apoyo de los nervios; estas piezas, difícilmente apreciables en la bóveda original, se pueden observar aquí en toda su magnitud. En segundo lugar, se han colocado las claves sobre cada uno de los pies derechos. El último paso del montaje de la bóveda consiste en la colocación y ajuste de las dovelas (foto 17,18,19,20). [....]

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