[...] Los orígenes de esta bóveda son inciertos, ya que, si bien la bóveda por aristas es una de las grandes bóvedas romanas, la bóveda de crucería es ajena por completo a las técnicas constructivas del Imperio Romano. En la alta Edad Media, los monjes que por entonces construían sus monasterios en los profundos valles europeos, prolongan la tradición de construir bóvedas de aristas como antes lo hacían los romanos. Sin embargo, las bóvedas románicas eran gruesas cáscaras de mampostería ligada con mortero de cal que, para su construcción, requerían importantes cimbras de madera sobre las que ir situando el conglomerado de cal y canto hasta su endurecimiento. Eran bóvedas pequeñas, generalmente destinadas a las naves laterales de las iglesias. [...]